Con V de Vino, con V de Vesta

Decía Alexander Fleming que <<si bien la penicilina cura a los hombres, el vino les hace felices>> y que verdad es. 

Todos sabemos que entre los beneficios de la dieta mediterránea se encuentra el beber esta placentera bebida con moderación, y si, nosotros tenemos la suerte de ser uno de esos países que la tenemos instaurada junto a Italia, Chipe o Grecia pero quedamos lejos del consumo de países como Dinamarca dónde ya, la demanda del vino ha desbancado al consumo de cerveza. Si somos el mayor viñedo del mundo, y uno de los países con mayor número de bodegas del planeta (con más de 4000 bodegas) ¿ Somos conscientes de lo que tenemos y cuál es nuestro papel y responsabilidad en este sentido ? ¿Estamos sabiendo llegar a las nuevas generaciones? ¿Se está apostando en España por el enoturismo ?

Muchas preguntas y una sola respuesta. Somos la envidia de medio mundo, pero sí queda mucho por hacer en este sentido. Cada año las visitas a bodegas en España se incrementan y cada vez hay una mayor apuesta desde las administraciones para incentivar la afluencia de los enoturistas a nuestros templos enológicos llamados bodegas, pero igual no estamos apreciando nuestro propio producto. No valoramos nuestro tesoro más preciado junto al aceite de oliva. Las exportaciones no hacen más que crecer, pero el consumo en España de nuevo se ha reducido el último año. ¿ A qué puede ser debido ?  Es verdad que en España el consumo de vino siempre ha estado marcado por la climatología. Somos un país cálido queramos o no, y esto influye. Imaginémonos regiones de España como Andalucía o Murcia en el mes de Julio o Agosto, plena temporada de calor. El consumo de refrescos y cervezas bien frías se incrementa pero el vino cada vez es menos solicitado. ¿Normal no? Pues No. Tenemos blancos en España deliciosos para tomar bien fresquitos como el Albariño, un Verdejo de Rueda, un Chardonnay de Somontano o podemos deleitarnos con los afamados rosados de Navarra y por supuesto con un rosado de Monastrell. Si  Monastrell, nuestra uva. Esa joya mediterránea que expresa nuestro carácter, nuestra personalidad y nuestra forma de entender el campo, fruto de la experiencia y la historia. En nuestro caso en la Región de Murcia podemos presumir y “sacar pecho”  como popularmente se dice ante otras Regiones de España y del Mundo. Así lo demuestran las numerosas condecoraciones y galardones recibidos a nuestras bodegas en certámenes mundialmente conocidos.  Ya sabemos que somos una tierra muy rica en gastronomía y patrimonio, pero nuestros vinos no se quedan atrás. En una región como la nuestra, podemos en tan solo un día poder degustar y apreciar las diferencias de nuestras tres Denominaciones de Origen, Bullas, Jumilla y Yecla. Pocos pueden presumir de eso, pero nosotros sí. Pero volviendo al tema que nos ocupa, si tenemos el producto y las ganas, ¿qué falla?

Quizás sea la falta de promoción, los nuevos gustos de nuestros jóvenes en los últimos años por las cervezas artesanales o el empobrecimiento de nuestra cultura enológica con respecto a otros países vecinos en Europa. ¿Por qué en España un joven no puede pedirse una copa de vino en una discoteca y si en países como Francia, Reino Unido o Alemania? Quizás no estemos al día en cuanto a tendencias. Quizás nos hemos quedado atrás en este sentido y debamos reciclarnos y adaptarnos a la nueva época en la que vivimos.

Una de las principales causas puede ser el intrusismo y la falta de personal cualificado para saber vender y llegar a las nuevas generaciones, a nuestro futuro, y para eso está Vesta, con V de Vino ofertando nuestros grados de Técnico en Servicios de Restauración, y Técnico Superior en Dirección de Servicios en Restauración para acompañar y guiar en este apasionante mundo del vino a las futuras promesas para que aprendan, pero sobre todo disfruten, con una formación de calidad e innovadora.  

“In vino veritas”. ( En el vino está la verdad ). Plinio”el viejo”.

Iván Gómez Comontes

Profesor del Instituto Superior de Formación Profesional de Hostelería y Turismo Vesta