VESTA. Cocina y Amistad

La comida y el sexo han poseído siempre el prestigio de los placeres fundamentales que nos acercaban, a un tiempo,

a nuestras propias raíces, a nuestros orígenes domésticos y a nuestra más pura animalidad. De manera que siempre hemos celebrado en público nuestros éxitos con los manjares más cercanos y en privado con los alimentos de nuestra propia carne y de nuestra propia piel.

Hemos sido estómagos y sexos agradecidos o frustrados, felices o contritos. Aún me acuerdo de aquellas largas y penosas tardes de la mili en compañía de algún amigo que compartía conmigo el avatar contrariado de una escasa o malograda colación, de aquel desafortunado rancho cuyos restos ni los perros del batallón buscaban en los cubos de la basura. Pero recuerdo también la alegría y la satisfacción de una comida completa y plena, que en palabras de un célebre chef consiste en que no ha de sobrar nada desde los entrantes a los postres y en que debe sentar bien al estómago durante el resto de la tarde.

En la mitología romana, Vesta era la diosa del hogar, hija de Saturno y de Ops y hermana de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno y Ceres. El hogar, de donde proceden los placeres esenciales, entre los que ocupa un puesto preeminente la cocina. Esta es quizás la clave de un singular Instituto Superior de Formación Profesional de Hostelería y Turismo que dirige con mano sabia y firme, con convicción y entusiasmo mi buen migo Antonio Garrido, ayudado, por supuesto, de un colosal equipo de profesionales, profesores, cocineros, jefes de sala y todo un ejército de la hostelería moderna que en muy poco tiempo han conseguido el milagro de instalarse en un excelente local de la carretera de Santa Catalina, llenar sus aulas de alumnos ávidos de aprender y ganar algunos importantes premios en las distintas especialidades del ramo.

Recuerdo cuando nos comunicó su idea a un pequeño grupo selecto de amigos con la pasión con la que él lo ha hecho todo en la vida. Yo supe entonces que estaba destinado a triunfar, que aquel era el camino adecuado y lograría cumplir su sueño con creces.

Hace ya un tiempo que lo vengo confirmando. Los viernes, a la hora de la comida, el centro se abre al público, previa cita, y el comensal tiene la oportunidad de acceder al misterio de una cocina basada en el buen producto y en una elaboración de altura, como no podría ser de otro modo en este Instituto de los fogones donde uno tiene la opción de acudir a disfrutar de una mesa bien abastecida, sorprendente y rica por una cantidad de dinero casi irrisoria, mientras los alumnos hacen sus prácticas respetuosos, eficaces y con esa gracia bisoña del que está empezando y ama su trabajo.

La gastronomía está de moda en los últimos años en España, aunque nunca dejó de estar de moda comer bien y barato, gozar de la mejor cocina en la compañía de los mejores amigos.

Vesta es un magnífico ejemplo de todo esto.

Pascual García (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)

Doctor en Filosofía y Letras, catedrático de Lengua y Literatura y autor de una veintena de libros y gran amigo